Independientemente de la edad, encontrar la misma paciencia y gracia para trabajar con personas con diferentes niveles de habilidad es un arte, no un obstáculo.Ten en cuenta que, desde mi punto de vista, esto nunca significa menospreciar a nadie, sino capacitar a las personas para que encuentren sus propias habilidades, su camino y, en última instancia, su dirección en la vida. No se trata tanto de saber qué es lo mejor para mi cliente como de construir una relación basada en la confianza. Hay algunas cosas concretas que nosotros, como consultores, y los padres podemos hacer para ayudar a fomentar la confianza en los equipos en casa.
1. Orientar sobre la resolución de problemas
La confianza es una calle de doble sentido. A menudo, cuando trabajo con equipos, me encuentro ante la disyuntiva de resolver un problema o confiar en que lo resolverán. Esta elección suele plantearse mejor como: ¿les digo lo que quiero y sigo adelante o espero a que se esfuercen por resolver el problema y aprendan? Suelo encontrarme con los mismos problemas en la cocina. La comida es importante en casa de los Dunigan, y nos encanta cocinar en familia. Sin embargo, no todas las recetas son blancas o negras. Cocinar huevos es un huevo-celente-ejemplo. Lo siento.
A mi hija le gustan los huevos revueltos poco hechos, pero aún no había dominado el hecho de que los huevos siguen cociéndose en la sartén, por lo que el tiempo es clave. Se pasaba de cocción huevo tras huevo, y entonces tenía que comerse los huevos demasiado hechos a su gusto. Pero, lo más importante, le pregunté qué creía que estaba pasando y le hablé de ello. Al final, aprendió y comprendió el problema. Después de eso, cada vez retiró mejor la sartén del fuego en el momento adecuado para ella. Esto fue un poco más lento que hacerlo por ella, pero le enseñó los principios básicos de la cocina y, lo que es más importante, le dio las herramientas para resolver sus propios problemas. A menudo, cuando trabajo con clientes y me enfrento a la disyuntiva de resolver su problema inmediato o dejar que lo solucionen ellos mismos, me acuerdo de mi hija y de los huevos.
2. Crear un espacio seguro
Esto será diferente en cada situación, pero en última instancia se reduce a crear una cultura de seguridad psicológica.Como consultor y como padre, me he encontrado a mí mismo desalentando la resolución de problemas cuando intervengo y doy la solución a alguien que sólo necesitaba más tiempo.Peor aún, corrijo algo antes de que la situación llegue a buen puerto.En casa de los Stickle, me di cuenta de que cuando cocinaba con mi hija, que estaba aprendiendo los fundamentos de la cocina, a menudo eliminaba tareas que no creía que fuera capaz de completar antes incluso de que tuviera la oportunidad de intentarlo.Determiné que fracasaría en ellas, sin darle el tiempo ni la oportunidad de aprender.Al ver esa situación, reflexioné sobre todas las veces que quité trabajo a personas que ni siquiera lo intentaron porque temía su fracaso, y en ese acto las preparé para que nunca tuvieran éxito.En lugar de eso, hay que crear una situación que permita a la gente probar cosas e intervenir cuando sea necesario.
En casa de los Dunigan, tenemos mucho cuidado de no gastar bromas pesadas. Puede parecer un poco aburrido, pero crear un entorno seguro es muy importante para nosotros. Queremos que nuestros hijos sepan que nunca les pondríamos intencionadamente en una situación incómoda, peligrosa o imposible. Además, intentamos celebrar las lecciones aprendidas de los pequeños fracasos de la vida. ¿Se ha caído un vaso? ¿Cómo lo limpiamos? ¿Qué nos dice eso sobre tener vasos en precario equilibrio en el borde de una mesa? ¿Qué hemos aprendido sobre jugar con espadas láser en casa? Nos centramos en avanzar y aprender en lugar de en los errores del pasado. Esto ha contribuido a crear un entorno de seguridad física y psicológica propicio para la experimentación.
Esto no difiere de lo que enseño a los líderes. Debemos promover y celebrar la experimentación y crear un entorno en el que la experimentación sea segura independientemente de los resultados. No experimentamos con interrupciones críticas que podrían perjudicar masivamente a la empresa por la misma razón que no experimentamos con malabares con motosierras en casa. Pero buscamos oportunidades para permitir que la experimentación ocurra y hacer que sean seguras sin afectar a la creatividad y la propiedad de nuestros equipos.
3. Trabajar los problemas
Cuando trabajo con mis hijos, nos centramos en los problemas, los resultados y las soluciones.A menudo hablamos de cómo nuestras acciones tienen resultados.Aunque puedo aconsejar sobre situaciones basándome en mi propia experiencia, es su trabajo vivir cada situación y aprender de sus decisiones.Como gestor, he aprendido a ser más paciente en mi trabajo.En lugar de dictar cómo deben ir las cosas, intento resolver los problemas con mi equipo y determinar los mejores resultados.Eso no significa que no pueda ayudar a orientar, sino que permito a mi equipo probar cosas nuevas.
En casa de los Stickle, hablamos mucho de consecuencias.Esto no significa castigar, sino comprender las opciones y tomar una decisión basada en esa información.Pasamos mucho tiempo hablando de que las fiestas de cumpleaños tienen un horario, pero que las opciones en casa son flexibles.Esto no significa que queramos poner fin a la diversión en casa, sino que hablamos de lo que significa tomar determinadas decisiones.Es la misma conversación que mantenemos con los equipos cuando seleccionamos los temas en los que trabajar durante un compromiso.En ningún momento hay un no rotundo, sino una discusión sobre cómo elegir los elementos en los que ponemos el foco frente a los que tienen plazos. 4. La importancia de la repetición
Mi hijo lo pasaba muy mal con los cordones de los zapatos. Podía hacer un nudo sencillo sin problemas, pero por alguna razón, el concepto de una oreja de conejo suponía un obstáculo insalvable. Pasábamos 15 minutos atándonos los zapatos cada vez que salíamos. Era agotador. Pero, al final, a base de repetirlo, aprendió. Ahora se ata los zapatos sin pensar. Cualquier padre conoce este proceso a la perfección. La naturaleza repetitiva de enseñar a nuestros hijos cosas que hace tiempo que damos por sentadas, y los gritos silenciosos de frustración en nuestras cabezas cuando parece haber un impedimento para ese aprendizaje.
También lo experimentamos en el trabajo. A menudo, enseño a un equipo o a un miembro de un equipo cómo ejecutar lo que a mí me parece una simple reunión o actividad. Inevitablemente, se perderán o malinterpretarán algunas piezas críticas. Tenemos tendencia a tratar la educación como una lista de comprobación. Les he dicho algo y ya lo tienen. A menudo me sorprendo a mí mismo diciendo: "Pero si ya les he dicho..." cuando evalúo la capacidad de alguien para realizar una tarea que le he enseñado. Lo que tengo que recordar es que llevo años haciendo esto. Es su primer día. Debo tener la misma paciencia con ellos que con mis propios hijos.
El concepto de repetición en el entrenamiento no es nuevo. Los marines practican repetidamente hasta que su comportamiento en el entrenamiento se convierte en algo natural y automático. En situaciones en las que se han entrenado, confían en su entrenamiento y actúan más o menos con el piloto automático. En las artes marciales, el concepto de Kata es el entrenamiento de la memoria muscular y la reacción basado en la repetición de un movimiento preciso una y otra vez. Recuerda: "Encerar. Cera fuera" de KarateKid? Para que Daniel aprendiera ese comportamiento, tenía que confiar en el Sr. Miyagi. Tuvo que confiar en que este entrenamiento le ayudaría a convertirse en un mejor luchador, aunque en ese momento no entendiera cómo.
Tanto si se trata de educar a los hijos, como de entrenar o dirigir, el hilo conductor es la confianza. Sin ella, no puede formarse el tipo de asociación y relación estrechas que se requieren para crecer y aprender el uno del otro.La próxima vez que le preocupe tratar a su equipo como a niños, recuerde que lo que genera confianza es la orientación constante, la amabilidad y la paciencia.Trate con orgullo a los equipos (y a los niños) con esos valores.
